Durante 13 años, estuvimos adheridos al anterior convenio del SERGAS ayudando a agilizar considerablemente las listas de espera del servicio de oftalmología pero, durante esos años, no recibimos ningún tipo de compensación económica.
Las revisiones que el SERGAS incluía en el convenio eran básicas y no aseguraban una correcta evaluación de la salud visual de nuestros pacientes, por lo que, si queríamos ofrecer un servicio completo, no podíamos realizar simplemente las pruebas demandadas, aumentando el nivel de trabajo gratuito.
En el año 2020, una Asamblea de colegiados decidió rescindir el convenio para poder proporcionar un servicio más completo a los pacientes, pero el SERGAS actuó formando el convenio actual, que es igual al anterior pero con distinto nombre. Este convenio se consensuó sin la representación del Colegio de Ópticos-Optometristas, único representante oficial de nuestro colectivo.
No se puede entender que ninguna profesión se lleve a cabo de forma gratuita durante 13 años, realizando un trabajo que, en otras comunidades autónomas, está representado en el sistema sanitario público.
No nos adherimos al convenio por considerarlo injusto para la profesión y para nuestros pacientes, los cuales merecen el mejor trato y servicio.