Porque tanto en la conducción urbana,como en la carretera, los vehículos están corrientemente muy cerca, demasiado cerca unos de otros.
Porque,mientras se vigila la carretera a lo lejos, es necesario apercibirse instantáneamente de todo movimiento o cambio imprevisto que pueda ocurrir cerca de nosotros, bien sea sobre la carretera misma, o en nuestro propio vehículo (panel de instrumentos). Es preciso por tanto, ver a la vez bien de lejos y de cerca y apercibirse inmediatamente de todo cambio de movimientos relativos de forma que se pueda efectuar una eventual reacción de frenado, de desvío o corrección.