El frío de estos días se ha notado y sois bastantes los que habéis acudido a nosotras con molestias oculares, por eso, queremos dejaros unos consejitos para cuidéis vuestra salud visual en esta época.
Uno de los síntomas más habituales en invierno es el aumento de la sequedad ocular, producida, principalmente, por la evaporación de la lágrima a consecuencia del viento y de la calefacción. Para evitarlo, podemos ponernos gafas (ya sea de sol o graduadas) que protejan los ojos del viento y utilizar lágrima artificial para regenerar la lágrima natural.
Esta sequedad suele producir picor y escozor ocular, sin embargo, debemos evitar rascarnos para no producir inflamación en las diferentes estructuras del ojo.
La alimentación rica en ácidos grasos y omega-3 mejora la calidad y cantidad de la lágrima, mejorando también la sequedad ocular.
Por otro lado, si somos aficionados a los deportes de invierno, debemos proteger nuestros ojos siempre con gafas de protección adecuada a las condiciones climatológicas y homologadas para ello. Por ejemplo, en los deportes de nieve el filtro solar necesario para una visión segura es el de categoría 4.
Si cumpliendo estos consejos no notáis mejoría, pedid cita para una revisión visual completa en nuestro centro de Pontevedra y os ayudaremos a dar con la solución más apropiada para vuestro caso.