Mantener una alimentación variada y equilibrada es fundamental para cuidar nuestro cuerpo y, nuestros ojos, no son una excepción. Todo en nuestro organismo se encuentra relacionado, por lo que llevar un dieta completa influirá en todo nuestro organismo.
Las vitaminas A y C, así como los antioxidantes, ayudan a mantener la retina sana y a prevenir el envejecimiento de la misma evitando la aparición de enfermedades como la DMAE (degeneración macular asociada a la edad).
Por otro lado, las dietas ricas en Omega-3 previenen la sequedad ocular y ayudan a mejorar los síntomas ocasionados por dicha patología. Esto es especialmente importante en usuarios de lentes de contacto, usuarios de dispositivos digitales y personas mayores de 40 años, que son los más afectados por el síndrome de ojo seco.
El Zinc, además, protege nuestros ojos contra el exceso de luz.
Cuidando nuestra alimentación cuidamos también nuestro cuerpo y nuestra salud visual y prevenimos posibles patologías futuras.