Después del verano, somos muchos los que notamos un mayor cansancio visual tras las largas jornadas de trabajo. Tantas horas seguidas delante de las pantallas acaban pasando factura a nuestros ojos y, por eso, hoy os traemos unos consejos sobre ergonomía visual para ayudaros a sobrellevar mejor las horas en la oficina y/o estudio:
- Cuidar la iluminación: Una iluminación ambiental adecuada y uniforme es fundamental para evitar la fatiga visual. Debemos trabajar siempre con abundante luz (si es natural, mejor) evitando los reflejos en las pantallas pero procurando una correcta iluminación de los textos en papel (para esto último, podemos ayudarnos de una lamparita de mesa).
- Distancia de trabajo adecuada: Debemos asegurarnos que la distancia de trabajo en visión próxima sea, como mínimo, de 35cm.
- El ordenador a la altura del hombro: Aunque en muchas oficinas se sitúan los ordenadores a la altura de los ojos para seguir la ergonomía postural, si aplicamos la ergonomía visual a esa ecuación, debemos bajar la pantalla del ordenador unos cm. hasta, más o menos, la altura de nuestro hombro (especialmente en usuarios de lentes progresivas). En esta posición, cuidamos la postura del cuello y también la de nuestros ojos.
- Regla 20-20-20: Aplicar esta sencilla norma nos ayuda a relajar la acomodación y, por lo tanto, disminuir la fatiga visual. La regla 20-20-20 consiste en pautar descansos cada 20 minutos y fijar la vista en un objeto lejano (mínimo 20 pies) durante 20seg-1min.
- Ajustar el brillo y contraste de las pantallas: Debemos establecer parámetros de brillo y contraste que nos resulten confortables para nuestra vista. Esto no implica ponerlos al mínimo ni al máximo, sino buscar un equilibro entre ambos que nos aporte una visión buena y cómoda.
- Cuidar la postura: Aunque antes ya tocamos el tema de la ergonomía postural, mantener una postura correcta, con la espalda recta y los pies apoyados es importante para mantener una correcta posición de la cabeza y cuidar la ergonomía visual.
Siguiendo estas breves pautas, podréis mejorar vuestra salud visual y, si aún así tenéis molestias o dificultades, debéis acudir a vuestro óptico-optometrista de confianza.