Todos hemos escuchado alguna vez la historia de alguien que tiene problemas visuales por el glaucoma o que se echa gotas para la tensión de los ojos pero, ¿sabemos qué es realmente el glaucoma y si lo tenemos?
El glaucoma es un conjunto de afecciones oculares que se caracterizan por el daño que producen en el nervio óptico, el cual es esencial para la visión ya que es el encargado de llevar la información recibida por la retina al cerebro. En la mayor parte de los casos, este daño del nervio se produce por una subida de la presión intraocular, es decir, los líquidos internos del ojo ejercen demasiada presión sobre las paredes retinianas causando daños irreparables en las células. En ciertas ocasiones, esta subida de la PIO puede cursar con dolor ocular y de cabeza intensos, visión borrosa, visión de halos alrededor de las luces e, incluso, náuseas y vómitos. Sin embargo, lo más habitual es que esta subida curse de forma asintomática hasta que el daño producido ya es considerable.
Y ahora os preguntaréis: ¿y cómo puedo prevenirlo? Y aquí nuestra respuesta de siempre: REVISIONES ANUALES, especialmente si tienes antecedentes familiares. Las revisiones periódicas son la única forma de prevenir el glaucoma y debemos cumplirlas rigurosamente cuando tenemos algún familiar cercano con dicha patología, ya que tiene un fuerte componente genético. Estas revisiones deben ser completas e incluir toma de la PIO y exploración del fondo de ojo para cerciorarnos que todas las estructuras oculares estén sanas.
Si tienes cualquier duda, consulta a tu óptico-optometrista de confianza.