Sabemos que uno de los grandes dilemas al decidirnos por lentes progresivas es escoger entre la amplia variedad de gamas y calidades que ofertamos.
Hoy, vamos a daros algunos consejos para ayudaros a escoger lo que mejor se adapte a vuestro caso.
En primer lugar, tenemos que decir que con todas las lentes progresivas vamos a tener unas aberraciones laterales causadas por la diferencia de graduación entre las partes alta y baja del cristal. Las diferentes gamas de lentes se diferencian en la amplitud de campo visual nítido que tendremos en las zonas de visión intermedia y cerca. Por lo tanto, cuanto más alta sea la calidad de la lente, más amplitud de campo tendremos y más cómoda será la gafa. Además, las gamas personalizadas adaptan las lentes a las necesidades visuales del usuario minimizando las dificultades en la adaptación.
En segundo lugar, debemos tener en cuenta también la graduación del usuario, ya que cuanto más alta sea la graduación, mayores aberraciones laterales tendrá la lente y más nos beneficiaremos de un progresivo de gama alta.
A la hora de escoger, debemos tener siempre en cuenta las necesidades que tenemos de la gafa como usuario. No es lo mismo una gafa para conducir que una gafa para ver el ordenador durante 8 horas al día. Lo más normal es que, en el primer caso, el usuario se arregle con un progresivo de calidad intermedia ya que su demanda visual es principalmente de lejos, sin embargo, en el segundo caso, lo más probable es que esté más cómodo con una lente ocupacional (progresivos de oficina que tienen un rango de graduación menor y están diseñados para usuarios que pasan largas jornadas delante de pantallas) ya que su demanda visual está, principalmente, en distancia intermedia y/o cerca. En muchas ocasiones, los usuarios se deciden por 2 gafas diferentes, un progresivo normal para su vida diaria fuera del trabajo y una lente ocupacional para las largas jornadas en la oficina.
Es importante que, si confiamos en nuestro centro óptico, nos dejemos aconsejar por los profesionales ya que, al contrario de lo que pueda parecer, ellos son los primeros interesados en que el cliente se vaya contento con su decisión y quede satisfecho con su gafa, por lo que intentarán vender algo que se adapte a las necesidades del cliente.